domingo, agosto 24, 2008

Roma

Roma es una ciudad fascinante. Te deslumbra, te envuelve, te abraza y si no vas con cuidado puede incluso llegar a tragarte. Si te paras a pensarlo es difícil comprender como ha podido crecer todo este explendor sobre una “cloaca máxima”. Es cosa de humanos.
De allí he vuelto con ganas de volver a repasar las clases de italiano, con los pies desechos, el corazón revolucionado y con muchas muchas ganas de volver con tiempo para disfrutarla con más tranquilidad. He traido conmigo palacios y fuentes, plazas, villas y templos, y un libro de poemas. No puedes ir a Roma i no volver lleno de poesia.


Roma è chiusa dai monti
Visibili soltanto
Se il cielo è terso
In tutti e quattro i punti cardinali.
Dall’alto del Gianicolo
Vedo un paesaggio pieno
Di tutti quanti i segni
Dell’esistenza umana sulla terra:
Le case e i monumenti,
Militari in concerto con i fiati,
Le automobili e i camper
Che vendono gelati,
Incontri casuali tra ex amanti
Che non si vedono da mesi.
Di tanto in tanto gli alberi
Le zone d’ombra e i boschi
Di questa mia città da dentro a fuori.

Carlo Carabba. Gli anni della pioggia.



Si quereis dejar algun comentario hacedlo en el siguiente enlace y así estamos todos juntos. Gràcias. L'estació