Me preocupa

Me preocupa que un desaprensivo insulte, degrade y pegue a una chica que iba tranquilamente en el metro y este tipo acabe convirtiendose en un icono mediático, y que además se intente excusar este comportamiento delictivo, antisocila y violento bajo el amparo de un supiesto estado de marginación que ha sufrido este joven bien porque no tiene trabajo o porque proviene de una familia desestrucrurada etc.

Me preocupa que alguien diga en medios públicos y privados que por culpa de las campañas aticonceptivas y del derecho al avorto no han nacido “los miles de españolitos” (palabras textuales) que hacían falta en los últimos años para cubrir las necesidades de trabajo del mercado actual y que por eso llegan miles y miles de inmigrantes, y que al mismo tiempo estos mismos personages afirmen que no son racistas ni xenófobos y que tan solo abogan por una inmigración controlada y como dios manda, tal como hicieron los españoles quan fueros a Alemania u otros paises, y que el público les apalauda. Me preocupa eso de la inmigración controlada, se me antoja una manera de encubierta de esclavitud. Traemos trabjadores, obreros, mano de obra controlada, esclavos para trabajar, que trabajen, que coman, que duerman y que después se vayan a sus paises d’origen bien calladitos y agradecidos.

Me preocupa que se invite a programas a personages que fomentan la violencia y el odio y proclaman libremente amparandose en la benevolencia de la constitución y la libertad de expresión sus proclamas claramente facistas y se les termien aplaudiendo.

Me preocupa que después de tantos años en la lucha por el reconociemiento legal y social de los derechos civiles de gays y lesbianas y de haber tenido que luchar contra el fundamentalismo religioso dels catolicismo (no hablo de crencias, ni de dogamas de fe que cada uno es libre de asumir y cumplir según su libre albedrio) ahora se presente una nueva batalla contra otros fundamentalismos religiosos que sin ninguna contestación pública proclaman libremente en programas de alto nivel de audiencia cosas como que el hecho de que este saliendo mucha gente del aramario significa que se aproxima el fin del mundo, y que no se le conteste claramente porque la persona en cuetión es un inmigrante y pertenece a otra cultura y religión, no se de el caso que , ahora sí, caiga sobre nosotros la sospecha del racismo y la xenofóbia. Tampoco es eso, tampoco.

Me preocupa que se convierta en un tema de estado y de máxima peligrosidad social que alguien queme una foto del rey, que se le condene públicamente en todos los medios y por todos, y que se le persiga, se le detenga y se le juzgue con una rapidez extraordinaria y en cambio ni se denuncie, ni se persiga , ni la sociedad se manifieste con la misma celeridad contra las agresiones, palizas y asesinatos de personals normales y corrientes que simplemente pasaban, paseaban o estaban por casualidad en el luga en que cuatro o cinco nazis les dio por atarcarla por el color de su piel, su forma de vestir, de caminar o cualquier otra absurdidad que estos asesinos creen incorrecta.

Me preocupa que la violencia gratuita se haya convertido en un entreteniemiento tanto visual como verbal y que ni lasleyes, ni el estado democrático y mucho menos aún el conjunto de la sociedad, nosotros, que somos quienes hemos de construir la sociedad en que queremos vivir, hagamos nada, o en todo caso mrara de reojo pensando que estas cosas no pueden afectar a nuestars vidas. Sí , me perocupa.

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Tan sólo un silencio

Existe un silencio plano, sincero y dulce. Un silencio de la mañana que es como la miel que se deshace en la garganta.
Existe un silenció al atardecer cuando se encuentran la noche y el día, y hay un silencio amable que sólo pertenece a uno mismo.

Llegamos a Estambul un jueves por la tarde. El sol se ponía detrás de miles de edificios, cúpulas majestuosas, orgullosos minaretes y colinas de tierra roja y cansada.
Desde el autobús que nos llevaba al hotel, rodeados de turistas, la ciudad se abría extendiendose con fuerza, cambiaba colores, presentía mares, se perfumaba en cada esquina. Hervía llena de tiempo, de palabras, de deseos, de secretos. Tú a mi lado hervías, también lo hacía yo, todo hervía como en aquellos versos de Marc que parecían una premonición: “bullira el mar com la cassola al forn, mudant colors i l’estat natural...”

Cuando llegamos al hotel ya oscurecía. Desde la ventana mientras comíamos unos dulces de anís y pistachos que habíamos comprado en un tienda de la calle, oímos la llamada a la oración. Respiravas rítmicamente, te havías dormido entre mis brazos.
Así fue el primer día en Estambul, casi como un silencio.

Hay un silencio único que sólo pertenece a uno mismo. Es un silencio tierno y dulce, que perdura, que vuelve de vez en cuando, que da ganas de vivir. Hay un silencio que me recuerda aquellos dulces de antes como l’arrop i talladetes (*).

(*) L’arrop i talladetes es un dulce típico valenciano. L’arrop es un jarabe a base de almívar concentrado de mosto de sabor muy dulce. Al jarabe se le añaden “les talladetes” trozos de melón o calabaza. Se elaboraba de manera tradicional y se vendía en ferias y mercados. Ahora practicamente ha desaparecido ya que su sabor y olor en nada se parace al de los dulces industriales.

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