lunes, julio 10, 2006

A mesure que le temps passe

El tiempo pasa y passa y passa. Demasiado tiempo sin decir nada,demasiado sin dejar señales o signos.Esono está bien. Sobretodo por aquellas y aquellos con quien durante mucho tiempo hemos estado unidos desde aqui, leyendonos y sientiendonos. Pido perdón porqué no todo es virtual, ni mucho menos. Nos preocupamos, pensamos iy hasta incluso añoramos a a aquellos y aquellas con quien hemos compartido y convivido.
Supongo que ha llegado el momento de decir alguna cosa, después de pensarlo y repensalo bien, es hora de tomar decisiones.
De la misma manera que llegué a los blogs, por azares fortuitos, creo que ahora he de dejarlos. He llegado a un momento en que mi vida me reclama por otros caminos. a pesar de ello nunca dejaraeis de estar conmigo todos los que habeis llenado una parte importante de mi vida y que seguis y seguireis formando parte de ella. Tal vez des de otra ventana. Ésta pero nunca estrá del todo cerrada.
Tal vez la Estación vuelva algun dia al tràfico tempestuoso de otro tiempo o tal vez no. tal vez nos volvamos a encontrar en un nuevo lugar porqué la fiebre de escribir y de leer y de conocer no desaparece y seguro que volvera a removerse y dejarse sentir.
El otro día en un seminario sobre "intercambios de conocimientos" en una escuela de verano, en la cena, hicimos un intercambio. cada uno tenía que dar alguna cosa a otra persona, lo que fuera, un caramelo, un pensamiento, un trasto , un abrazo.... y a mi me dieron un pepel con un pensamiento.
Cuando lo leí pensé que me habían dado faena para rato.

"El secrecto para vivir en paz con todos , consiste en el arte de comprender a cada uno segun su individualidad"

No recuerdo euien es el autor de este pensamiento: pero ahora pienso que no es tan difícil y que gracias a vosostros , a vuestros escritos, a vuestros comentarios, he ido aprendiendo este arte.

Gacias y hasta pronto.

sábado, abril 29, 2006

Un grano de arena

Miré aquel grano de arena en mi mano.
Ligero como una pluma,
tan grande como el mundo.
Pensé que eras tu,
tus labios en la palma de mi mano
que se hacían beso intencionado.
Y apreté fuertemente mi mano para no dejarte escapar
por las venas hacía ignotos desiertos, para que no pudieses borrar este último y pequeño oasis.
Que haré para no traicionar éste grano de arena?
Cómo quisiera abandonar-te en el mar
Para que fueses igual a los demás
Y no volver a encontrarte,
Ni reconocerte
Ni verte nunca más aunque enloqueciera.
Mi grano de arena, un pequeño grano de arena, que fue y es mío, tan mío.

Para Brisa.

Si aceptamos a los demás y sabemos perdonarlos, ¿ por qué cuesta tanto aceptarnos y perdonarnos a nosostros mismos?

viernes, marzo 24, 2006

Por la esperanza

Soy nacionalista. Quiero a mi país. No porque haya nacido en él sino porqué he crecido y me he criado en él llegando a sentir sus paisages de naranjos, arrozales y huertas , de pequeñas montañas y riberas verdes cómo parte de mí. Esta es la geografía que conozco, que he ido haciendo mía como hubiera podido hacer mío el blanco inmenso de los glaciares o el dorado amarillo de las estepas.
Soy nacionalista. Estimo mi lengua. No porqué sea mía, sinó porqué he llorado, amado y aprendido rodeado de eses sonoras y he dibujado abrazos (abraçades) con un “ce trencada”. Esta es mi lengua y mis signos como hubiesen podido ser míos los sonidos aspirados de otras lenguas y los dibujos de otros alfabetos.
No puedo hacer nada por evitarlo, ni quiero, al contrario, lo considero bueno y positivo. No sentirme cercano a quien y lo qué me rodea significaría seguramenet que me convertí en un ser individualista y encerrado en mi mismo. Eso no lo quiero. Me gusta reir, hablar, comer, pasear y querer junto a alguien o algo.
Mi país no son unas líneas dibujadas en un papel, mi país es la proximidad en las coincidencias sociales con quien y lo que me rodea, mi país se parece más al pueblo y un pueblo es su gente, es cada uno de los seres que viven y trabajan en una parte del planeta en que estoy, cada uno , uno por uno, piensen igual o diferente a mí; y al lado hay otros pueblos más o menos parecidos en costumbres o lengua, con más personas que tambien piensan igual o diferente a mí.
Pero a veces no queremos ver más allá de lo que queremos ver. No queremos mirar hacía atrás o hacía adelante, también necesario a veces, porqué si miramos hacía atrás resulta tan fácil comprender que los paises, naciones o pueblos (démosle el nombre que querramos o sintamos) han cambiado constantemente de forma, extendiendose o creandose, reformandose o inventandose a lo largo de la historia; mediante guerras y conquistas, con tratados y matrimonios o con pactos y acuerdos. A veces las personas usamos con demasiada vehemencia las palabras y convertimos en axiomas o verdades universales aquello que sólo es nada en el tiempo. A veces las personas decimos “toda la vida” cuando en realidad deberíamos decir “todo lo que llevo vivido”. ¿Y que es nuestra propia vida sino nada en el conjunto de la Vida?
En la Vida casi todo tiene un precio, casi todo. Pero el precio lo ponemos nosotros.
Un país puede tener un altísimo precio para algunos, incluso el precio más alto. Quizás haya cierta parte de razón en ello pués amar nos lleva a valorar lo que queremos. Pero olvidamos algo tan importante cómo que un país no existe sin las personas que lo sienten y lo hacen y convinen. Es el valor que le damos a cada vida que conforma un pais lo que lo hace rico y valioso y no los quilómetros o la anchura que pueda tener.
Soy nacionalista porqué amo mi país, mi lengua, pero sobretodo porqué para mí la vida de las personas sí tiene un precio, el más alto, el de cualquier persona, de cualquier pais, nación o pueblo y si para salvar una sóla de esas vida he de pagar un precio político que cambie, haga, deshaga o establezca nuevas línias en un mapa o nuevas relaciones de convivencia lo pagaria sin ninguna duda.
Tan malvado es matar por un país cómo dejar que maten por él.
Espero y deseo que ante la esperanza que se abre no se pare ante el posible provecho político que se pueda sacar de ello en dilucidar quien ,cómo o porqué se ha abierto este camino de esperanza y aquellos que tienen la posibildad de llevar adelante éste proceso hacía la paz y la convivencia sepan valorar cúal és el verdadero precio de la Vida.

miércoles, marzo 08, 2006

A veces se nos olvida dar las gracias.


Porqué es tan fácil que me des la mano, la quiero. Porqué es tan fácil que me des un beso, lo quiero. Porqué te es tan fácil regalara una lágrima, la quiero. Porqué te es tan fácil defenderme, lo quiero. Porqué sé que a ti, a veces, aún no te és tan fácil, te quiero. Te quiero así, diferente, te quiero así, semejante, te quiero asi, intentando comprenderte, tal como yo me querré cuando también me encuentre.
Gracias

viernes, febrero 24, 2006

Creer

Preguntarse uno mismo si cree en algo resulta un ejercicio temerario, al menos para mi, sobretodo debido a la posible respuesta. Tanto miedo me produce poder responder firmemente que no creo en nada como que creo en algo ciegamente. De hecho tanto una como otra respuesta me parecen un intento de huir del limbo, un intento de llegar al cielo o al infierno. La dificultad pero se haya en poder averiguar cual de las dos respuestas abre las puertas del cielo o del infierno. Un ejercicio éste demasiado complicado para aquellos que no tenemos la sabiduría necesaria para llevarlo a cabo.

Así pues, pienso que lo mejor es dejar que las palabras de aquellas personas que han indagado en la naturaleza del ser humano a trabes de múltiples caminos y sendas y que han hecho de su vida una búsqueda constante del entendimiento nos muestren al menos las posibilidades, si las hay, de responder a la pregunta más sencilla y huidiza: Quien y què somos. Dejo pues para la reflexión más íntima de cada uno las primeras palabras con que me encontré la primera vez que abrí el Libro del Desasosiego de Fernando Pessoa, un genio sin duda de las palabras y del pensamiento. Palabras que por mucho que las lea una y otra vez siempre me producen el mismo efecto: una especie de desasosiego. Tal vez ésta sea la respuesta. Tal vez vivir sólo sea eso, un constante desasosiego.

“Nací en un tiempo en que la mayoría de los jóvenes habían dejado de creer en Dios, por la misma razón que sus antepasados habían creído en él- sin saber por qué. IY entonces, como el espíritu humano tiende naturalmente a criticar porque siente, y no porque piensa, la mayoría de estos jóvenes escogió la Humanidad como sucedáneo de Dios. Pertenezco, pero, a aquella especie de hombres que están siempre al margen de aquello a lo que pertenecen, y no ven sólo la multitud de la cual forman parte, sino también los grandes espacios que hay a su alrededor. Por eso ni abandoné a Dios tan ampliamente como ellos, ni acepté nunca la Humanidad. Consideré que Dios, siendo improbable, podría ser, y podría por tanto ser adorado; pero la Humanidad, siendo una simple idea biológica, y que no significaba nada más que la especie animal humana, no era más diga de adoración que cualquier otra especie animal. Este culto de la Humanidad, con sus ritos de Libertad e Igualdad, me pareció siempre una reminiscencia de los cultos antiguos, dónde los animales eran como dioses, y los dioses tenían cabeza de animal.
Así, no sabiendo creer en Dios, y no pudiendo creer en una suma de animales, me quede, como otros al margen de la gente, en aquella distancia de todo que comúnmente se llama Decadencia. La Decadencia es la perdida total de la inconsciencia; porque la inconsciencia es el fundamento de la vida. El corazón, si pudiera pensar, se pararía.”

Así empieza el primero de los apartados, autobiografía sin hechos, que componen esta extensa e inacabada obra de Bernardo Soares, un ayudante contable en la ciudad de Lisboa, autor ficticio de este libro, el mas Pessoa de todos sus heterónimos. Un universo en constante expansión, mutable en cada lectura. Un libro que se puede leer de cualquier manera, de una tirada, a trozos, linealmente o a l’azar y que nunca te deja indiferente. Sino todo lo contrario te empuja frenéticamente a la reflexión y la riqueza del pensamiento.

PD. La traducción al castellano está hecha por mí, puesto que el libro es una versión en catalán. Supongo que habrá una traducción en castellano.

viernes, febrero 17, 2006

Siempre, con una sonrisa.

- Venga, va! va que ya es tarde y aún no hemos cenado.
- Ay! siempre oliendo! Cuando sales ya no quieres volver. Pero mira que eres "capdenano"! Ala ahora quieres ir a la era. Hoy quires ir a la era. Y encima te rebolcaras entre la hierba y después nos reñiran a los dos. Si acabo de lavarte esta mañana!
- No, eso, no, eh? No me mires así que te conozco y acabas haciendo lo que quieres conmigo! Si ya lo dicen los sicólogos que los animales haceis trampa. Que poneis esa mirada para hacernos chantage emocional!
- Ya lo sé, ya lo sé! que tu estás todo el dia en casa y yo no. ¿Pero qué te crees que he estado a la bartola todo el día?..¿Y ahora què? Pero? Pero se puede saber dónde vas ahora? Mira jo me siento aqui y haz lo que quieras.Ala!
- Y ahora? Y ahora ya no quieres ir? ... va deja, va que no tengos ganas de jugar..que estoy cansado..va! venga va....

Hoy hemos paseado juntos de nuevo por la era, como siempre,como cada día que me esperabas en la puerta después del trabajo. hemos caminado juntos, poco a poco, pues mis pasos últimamente te eran demasido largos como para poder alcanzarme como antes. Demasiado largos para tí però tambien más cortos para mí. Hemos crecido juntos, tu más rapidamente que yo. tal vez demasiado ràpido para mí, pero así eslla justa medida del tiempo de cada uno de nosotros.
Hoy hemos vuelto a pasear, como lo hemos hecho y lo haremos siempre.

- Venga, vamos! ... aixxx y es que al final siempre me haces sonreir.



Mad. No sabes el bien que me han hecho tus palabras y sentirte a mi lado. Un beso. T'estime.

domingo, enero 22, 2006

Signos

De cansancio, de imapciencia, de inquietud, de dudas. Signos que se reucen a puntos suspensivos e interrogaciones. Lo que sería un texto así:

...? ...? ...? ...? ...? ...? ...

Signos que me gritan la necesidad de un timepo de reflexión, de respuestas, de acalar algunos pasos y tomar ciertas decisiones.

esta estación creo que nunca llegarà a cerrarse. Siempra hay trenes que vienen y van cargados de meraccias demasiado valiosas como para dejarlas perder.

Cúando los puntos suspensivos y las interrogaciones vuelvar a convertirse en palabras, volveré.

Mientras tanto seguiré, descansando y disfrutando de vustras casas, acomapñandos con palabras o en silencio. Un abrazo.

jueves, enero 12, 2006

¿ Y si sí, y si no?

Una sonrisa me pierde. Lo sé. Me pierde y me hace perder cualquier atisbo de sensatez, de madurez, de razón.
Me hundo en una mirada. Lo sé. Me hundo y me ahogo empujado por corrientes caprichosas, sin rumbo, sin destino, sin puerto
.

Discernir entre lo que es y lo que queremos que sea suele ser un arduo y complicado menester. Tendemos a pensar como cierto lo que quisiéramos que fuese, incluso cuando existen signos evidentes de todo lo contrario los obviamos o los rehusamos, sin miramiento, y los transformamos por aquellos otros signos anhelados y deseados.
Una sonrisa puede significar muchísimas cosas. Una muestra de amabilidad, una reacción inmediata al estado de ánimo de la persona, un tic y por supuesto también, puede ser una insinuación.
Pero cuando alguien nos atrae obviamos (in)concientemente? todas las demás posibilidades. La única válida es aquella que querríamos que lo fuese.

Enamorarse es una trampa que la mayoría de veces construye uno mismo. Querer es una necesidad sana y saludable si la practicamos desde el principio que querer en si ya nos hace felices. Pero lo que suele pasar es que la necesidad de amar suele esconder la verdadera necesidad, la de ser querido.
Cualquiera puede amar a cualquier persona, animal o cosa, pero nuestro propio querer no debe y no puede hacer que los otros nos quieran. Se trata de una cosa tan obvia que todo el mundo sabe y nos damos cuenta de ello. Pero ay! ¿La aceptamos?

Cuando escucho canciones o leo o veo historias de grandes amores siempre hay una entrega total del/ de la amante hacía el/la amado/a. Parece ser que entregarse totalmente al otro es la muestra más sublime de amor. “Sin ti no soy nada” dice una canción.

Encontrar la claridad y el punto exacto en que una persona lo es todo y se reconoce a sí misma junto a la persona querida seria el momento en que me atrevería a decir con contundencia que “amamos”. Tan solo se trata de cambiar el chip y pasar del “sin ti no soy nada” al “contigo lo soy todo”. Pero claro nadie ha dicho que sea fácil.

Me estremece sentirme completo entre unos brazos que los sé no míos. Tal vez por eso éste es el amor que aparece y no dura. Puede ser por eso que los poetas no se cansan de escribir a la añoranza, porque sólo el recuerdo de uno mismo marca la distancia exacta que me puede estremecer al pensar en tus brazos sin que mi propio deseo confunda estremecer con estreñir.

viernes, enero 06, 2006

Un año de nuestra vida

Como cada mañana después del alamuerzo iba a la vieja estación de tren. Le gustaba sentarse en un banco y ver la algarabia de gentes que subían y bajaban de los trenes. Observar aquel bullicio de personas y maletas, los paneles de llegadas y salidas a diferentes ciudades y lugares donde nunca había estado. Las caras y los vestidos de la gente, sus gestos al despedirse o los abrazos emotivos de esperados reencuentros. Todo un universo condensado en un espacio tan pequeño pero abierto al infinito.

Para quien “ya no creía en los Dioses, porqué la razón y el tiempo los hacía improbables, ni en la Humanidad que tan solo se reducía a una série de cambios biológicos inestables” el único anhelo que conformaba sus días era mirar e intentar comprender desde el reposo que le ofrecía aquel banco qué hace mover a las personas. El movimiento inmediato y natural.

Fijó su mirada en una mujer de ojos brillantes e inquietos que escodriñaban constantemente el panel de información y las vías vacías. ¿Esperaría algún tren? ¿A quien o qué esperaba? ¿O tal vez no esperaba nada?
Mientras pensaba en ello se dejo llevar por la ensoñación de su pasado y de nuevo vió aquel jovén atrevido con una maleta casi vacia tomar el primer tren de su hazarosa vida. Durante unos segundos se dejo llevar por la magnificencia de su juventud y una sonrisa tembló en sus labios.
El pitido de un tren lo despertó y rapidamente volvió a mirar el andén. La mujer ya no estaba.¿Había subido a algún tren? ¿O tal vez había llegado quien esperba?


Se levantó del banco y salió de la estación hacía su casa, ya era casi la hora de comer. Hoy prepararía una buena y suculenta comida.

Siempre esperamos o siempre vamos, a pesar que, a veces, nos sintamos inmóviles.


Éste fue el primer post que escribí hacé ahora 1 año. Cuando abrí la estación. Antes había abierto otro blog “Grossissant.Paraules encadenades”, que apenas duró tres meses.
Nunca hubiera pensado que gracias a al Estación, estos 365 días fuesen tan especiales y fructíferos: Me he reido, he llorado, me he deleitado, me he sorprendido, he gozado, me he entenezido, he decubierto, he jugado, he aprendido, he conocido, me he estremcido y he viajado por mil mundos, todos únicos y especiales, los vuestros. No sé si algún día se iran las palabras cóm se fueron también antes, o que simplemente no tenga nada más que decir en ese momento, pero sí sé que todos y todas los que habeis estado, venido e ido en esta estación formais parte de mi vida. Y a ella agradezco el poder haberos conocido. Va por vosotros : 1 año de nuestra vida.

domingo, enero 01, 2006

"La primera luz del año tiene una fuerza muy especial. Verla llegar, caminando entre la soledad y el silencio de aquella primera hora, pude parecer poco más que un símbolo, pero es magnífico."

Y así es Martí , sobretodo si esa soledad está tan llena.:)