sábado, abril 02, 2005

Trovadores en lugares estranyos

-Te odio!
- No, no me odias , me quieres demasiado!
Éstas fueron las últimas palabras que se dijeron
....
El barranco se extendía poderoso y virgen hasta tocar el mar. Rodeado de grandes pinos, olivos y olmos de antiga sabiduria, sus ramas apenas dejaban pasar los rayos del sol entre las hojas que acariciaban tímidamente la hierba y las primeras flores.También los dos eran tímidos y vírgenes, apresurados y atrevidos, tiernos y salvajes, como ha de ser, como los dioses querían.Estirados sobre la hierba sólo el roce adivinado de un brazo acercándose o deunas manos inconscientes y premeditadas hacía temblar la tierra, mientras el cálido poniente los dormía así tant juntos, tan intuidamente cercanos.Desde el cielo sólo se veía dos cuerpos medio desnudos sobre un verde deslumbrante.

Ausias Marc dijo: Hervirá el mar como la cazuela al fuego / mudando color y naturaleza, / y mostrará querer toda cosa mala / que sobre si pare un punto al día”

La humedad dejó caer una gota desde las hojas y al caerse sobre el rostro querido el amante abrió los ojos. Qué hermoso pensó, si el rocío acaricia tal rostro y yo puedo disfrutar la visión de este acto tan bello. Y la gota se entregó feliz al camino por la mejilla sencillamente hacia el cuello y al llegar a su destino formó un pequeño lago y allí quedó plácida sin atreverse a explorar más allá del pecho que imaginava inmensos parajes.

”dejando a parte el estilo de los trovadores / quienes por hardor , traspasan verdad, / y extrayendo mi querer afectado / para que no me perurbe , diré lo que en vos encunetro”

Nunca volvería a ver tan bella imagen, hay obras que perduran en el el tiempo y en la historia de los hombres pero otras són efefímeras simplemente porque son perfectas

Y Jordí de san Jordí que no se encontraba muy lejos observando tal historia lanzó la su voz al barranco .hacia los mares infinitos.

“Desierto de amigos , de bienes y de señor / en extraño lugar y en extraña región, / lejos de todo bien, harto de enojos y tristeza, / mi voluntad y pensamiento cautivados, / me siento del todo en mal poder sometido / no veo alguien que de mi tenga cuidado / y soy escondido, encarcelado, herrado y tomado / de lo que hace grata a mi triste ventura”

Del tiempo que tardó al acercar sus labios en el cuello, lugar de grata desventura, no puede haber medida. Pero sí del sabor de aquella gota de aigua y de la textura de la piel que la acogía.

”He visto el tiempo en que nada me placía; / ahora me contento de lo que me da tristeza, / y los grilletes ligeros ahora aprecio más / que en el pasado la bellas vestiduras. / Afortunado soy por mostrar el querer / sobre mí , queriendo que a tal punto llegado haya”

Y de nuevo echados piel con piel le vino un pensamiento: - Quizás te quiero demasiado! -


* He tenido la osadia y la desfachates de intentar traducir al castellano pasajes de Ausias Marc y Jordí de Sant Jorsí, les pido perdoón pués l atraducción no refleja tota la fuerza que transmite el original en catalán mediaval.